sábado, 28 de febrero de 2015

Comandante Manuel Zereceda




Nació en Lima el 14 de agosto de 1950 en el hogar formado por sus padres don Manuel Zereceda Rodríguez, natural de Iquique, Perú[1] y doña Delia Olcese Schiaffino de Zereceda. Del mismo matrimonio nacieron Norma, Gloria y Maritza. Su hermana Glorita casó con el también bombero de la Lima, Luis Jones Barrera popularmente conocido en la compañía como “Cucho” y quien hiciera una brillante carrera policial. Cursó estudios primarios y secundarios en la Gran Unidad Escolar Melitón Carbajal de Lince. Desde muy joven emprendió labores administrativas trabajando en primer lugar en el antiguo Banco del Progreso y al ser absorbido este, por el Banco Continental, en el año 1973, emprendió una ascendente carrera en esa prestigiosa entidad bancaria. En 1976 había iniciado cursos de administración en el Instituto de administración de Empresas IPAE.

Su sentido de vocación de servicio al prójimo hizo que se presentase a ser bombero en la Bomba Lima el 12 de diciembre de 1973 siendo presentado por los señores socios Francisco "Pancho" Sotomayor y Jorge “Koko” Rodríguez Farfán, siendo aprobado su ingreso en la junta general del 22 de enero de 1974. Algo que es preciso comentar de Manuel Octavio, es que antes de ser aceptado en Lince, por la cercanía de su agencia bancaria en el Centro de Lima, él siempre solía concurrir de visita al cuartel de la Calle Pobres, en donde poco a poco se hizo conocido con los bomberos que allí concurrían. Por causalidades del destino, cuando la compañía se muda a Lince, mucho mejor para él, porque su casa de la cuadra 6 de Manuel Segura, le quedaba apenas cuatro calles de distancia. Junto con Manuel Ponce de León, Heriberto “Chichi” Jones y otros, formaron parte de la primera promoción de bomberos de la Lima en el cuartel del distrito de Lince.

En 1975 ascendió al grado de sub teniente; teniente en el 78 y en el 82 fue capitán, para finalmente en 1984 ser ascendido al grado de brigadier. Luego de desempeñar cargos en la entonces 22 Comandancia de Lima, lo que antes era la comandancia departamental. En el '82 y en el '83, fue segundo jefe en la compañía de bomberos Olaya N°13 y su primer jefe en 1984. En 1997 fue miembro del consejo de disciplina en el Comando Nacional y en la Departamental Lima Sur (2002).

A pesar de haber estado inactivo varios años, para beneficio de nosotros en el 2004 se reinventa como todo buen bombero y ocupó el alto cargo de ser el comandante de la Bomba lima a petición expresa del Comandante Tulio Nicolini, que siempre vio en Zereceda, grandes dotes de liderazgo lo que redundaría en beneficio de las nuevas generaciones de bomberos que ya había en  la Lima y en cuya gestión de tres años, asumiría un importante papel de hermano mayor para con su personal,  siendo este detalle, un importante eslabón entre las generaciones antiguas y nuevas. Ello le permitió cumplir un importante rol en beneficio de su personal, que lo llegó a estimar como un gran jefe, colega y amigo. Muy importante además fue la labor de Zereceda con la integración y acercamiento con las compañías de bomberos vecinas, hecho que le valió ser distinguido y reconocido por varias de ellas. Como muestra de esa integración, develó una placa de homenaje de la Bomba Lima a la Bomba San Isidro N° 100 una gran muestra de amistad y aprecio. Durante su gestión se llevó a cabo la consolidación de APOBOL y la celebración del 140 ° Aniversario de fundación de la compañía, en los salones de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Pocas personas saben que fue Zereceda que en un acto de desprendimiento para su compañía, costeo de su bolsillo, el costo de las medallas y cintillos que en ocasión de aquel aniversario, se mandó a acuñar. Posteriormente, fue Jefe de Brigada en el 2007, durante la gestión del Comandante Miguel Mini en la IV Comandancia Lima Centro.

En la vida privada, contrajo matrimonio con doña María Adriana Torres Peña y de cuya unión nacieron sus queridas Valery y Grace.

Manuel Octavio Zereceda Olcese, gran bombero y mejor amigo, partió a la casa del creador en la mañana del 4 de febrero del 2008 a los 58 años de edad, dejando una huella imborrable entre los que lo conocimos y estaremos siempre agradecidos con Dios, el habernos permitido ser su amigo, aprender mucho de él y compartir tantas, pero tantas cosas realmente inolvidables.





[1] Dato que figura en la partida de nacimiento de Manuel Zereceda. Importantes es aclarar que a pesar de estar en posesión de Chile, el departamento de Tarapacá con el antiguo puerto peruano de Iquique, desde la guerra de 1879, los peruanos nacidos en el cautiverio y sus descendientes, optaron por conservar la nacionalidad peruana, incluso en sus documentos de identidad. A este grupo de buenos compatriotas que tenían la esperanza de que su tierra volviese a la heredad nacional, se les conocía como “Los tarapaqueños peruanos”.


domingo, 22 de febrero de 2015

La Niña María

En una de las tantas y  no menos  gratas visitas a la casa de Rosita Schiaffino, venerable señora hija del recordado Comandante Federico Schiaffino ubicada en la tercera cuadra de la Calle Ayacucho en Magdalena, recuerdo haber escuchado entre todas las anécdotas bomberiles que me contaba de su padre, una entre muchas: El incendio en el que su papá una vez le contó, la Lima y él salvaron  a la pequeña "Niña María".

Aunque la emoción de Doña Rosita de lo que creía yo, a veces exagerado y en repetidas veces comentado relato, debo confesar conspiraron para que no le preste paciencia alguna por no encontrarle sentido a algo que no me llamase la atención, puesto que los bomberos siempre salvan vidas, en cualquier momento, pasado o presente de la vida y por ende repito "no me llame la atención" y llene mis espectativas y afanes investigativos e históricos - en esta larga búsqueda y  recopilación de datos en lo que respecta  la historia de la  Bomba Lima - ello quedó de lado apenas puso en mis manos un pequeño y deteriorado folletito de 1933. En él decía: 


BREVES NOTICIAS DE ESTA MILAGROSA IMAGEN

"....Esta preciosa imagensita de la Sma Niña María procedente de la ciudad de Montreal, Canadá, se la veneraba en el Colegio de Santa Maria Eufrasia desde el año 1910 poco más o menos. Al efecto se la sacaba nueve días antes del 8 de Setiembre para hacer su devoto novenario terminándolo con una misa y solemne procesión entre himnos y cantares,  a la Sma. Niñita y después ser la guardaba nuevamente en su armario de la Sacristía.

La Inmaculada Reyna del cielo manifestó su agrado y complacencia en verse honrada en su santa infancia por medio del prodigio siguiente: El 27 de Diciembre de 1920 acaeció un voraz incendio en el colegio que destruyó gran parte del local. Cuando fue dominado el fuego por las intrépidas maniobras de los bomberos; uno de ellos se fijó en una cajita de madera que se mantenía intacta entre los humeantes escombros. Atraído por cosa tan singular la extrajo cuidadosamente y se la entregó a una de las religiosas que allí se encontraba. 

Esta religiosa abrió la caja y llena de asombro exclamó:.... "La Niña María"....... todas acudieron a presenciar el prodigio de su preservación del fuego, pues habiéndose reducido a cenizas todo cuanto se hallaba en el mismo armario, solo quedo intacta la imagensita de CERA, guardada en una caja de madera y cincundaba de paja la cual se encontró ligeramente dorada por el fuego y en la manita de la Sma Niña brillaba una gotita de agua.

Desde entonces se acrecentó la devoción de todo el personal de la casa y de todas las personas que acudieron a ver esta milagrosa efigie. María Niña que no se deja vencer en generosidad, corresponde con innumerables favores a todos sus devotos como lo prueban lo exvotos que rodean la preciosa imagencita.

Uno de sus prodigios patentes es la construcción de su bella iglesia que solo con limosnas va elevándose poco a poco. Ojalá que esta Celestial Princesa impulse a sus devotos a terminarla para la gloria de Dios, honra de su imagen y bien de muchas almas....."



Con mucho mas curiosidad que antes y llevando datos mas precisos a la búsqueda entonces, pude hallar la referida emergencia en los libros de parte del Archivo Histórico de nuestra compañía y como sustento mas contundente  en él decía:

Diciembre 27 / 1920
12 y 20 pm.


 A las 9 y 10 la policía dió la señal de incendio señalando la jurisdicción del cuartel 2do. habiendo tenido éste lugar en la Calle Botica de San Pedro Colegio de Santa María Eufrasia.

El material  que salió a éste siniestro fue el siguiente: gallo de mangueras "Gabriel Torres" y las Bombas "Espiel" y "Ezeta"  regresando a la hora indicada al margen, sin novedad alguna.  El personal en el libro respectivo.



Firma y Rúbrica 

Gerardo Pontolillo
Teniente Secretario 1
folio 441


Con todo ello, pude constatar que aquellos relatos de la señora Rosita,  muchas veces comentados y tan poco atendidos, nada precisos pero si exagerados hasta la saciedad como un hecho que a nadie le importara,  ahora si me importarían  y lo mas importante amable lector, encontrar en ellos tanta significación, sobre todo para un creyente y devoto de la Virgen como yo. Nota a parte, creo importante manifestar que la imagen de la Virgen María que fue obsequiada por el Párroco de Santa Beatríz y que por años estuvo guardada en la Comandancia,  ordené colocarla en la sala de radio y percheros cuando estuve de Segundo Jefe en el 2006. En aquella oportunidad conté con el buen apoyo de Roberto Robles quien hizo la base de madera. Hasta el día de hoy, sigue allí.

Volviendo al tema, ahora si todo tenía sentido. Por aquel entonces en 1920 comandaba la Lima el Comandante Aurelio M. Muente. El intrépido bombero que halló la cajita era parte de su directorio:  el Teniente de la Sección Bombas Federico Schiaffino y fué él mismo, ya que se encontraba al mando de la emergencia, quien entregó a la religiosa, la  cajita en cuyo interior se encontraba la venerada imagen.

Una pequeña coincidencia si pudiéramos acotar:  recordemos que el día 8 de setiembre día del novenario  de la Niña María, se conmemoraba el día de la fundación (reorganización) de nuestra compañía.

La calle Botica de San Pedro - en la actualidad 4ta cuadra de Jr. Ayacucho - no alberga mas al colegio. A casi cien años de  aquel incendio y la intrépida acción de los bomberos ( de la Lima) la imagen intacta de cera que las llamas no pudieron destruir, se hallan en la actualidad en el nuevo local del Santa María Eufrasia, ubicado en la avenida Las Palmeras en La Molina, en una capillita especialmente acondicionada para ella.

Coincidencias o no, la imagen sigue intacta, el relato también, prometo desde ahora poner mucho mas atención a historias como éstas y otras, que para "nada" llaman la atención. 

En el reverso del folletito

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1 Archivo Histórico de la Bomba Lima, Libro de Partes 1920, folio 441.

jueves, 5 de febrero de 2015

Los Sucesos del 5 de Febrero de 1975



Introducción:

Cuando la mañana del 5 de Febrero presumía tener un típico veraniego brillante sol, el Astro Rey no asomó ese día seguramente porque ya preveía, que el humo de los incendios y la quema de grandes cantidades de  llantas no dejarían ni siquiera  dejar pasar el mas leve de  sus rayos.

Cuentan las crónicas de aquel día, que la famosa huelga policial de la  recordada Guardia Civil del Perú, ya había comenzado hace varios días por los siguientes motivos:

"...... La agresión física y verbal de un general del ejército a un subalterno de la Guardia Civil, la administración de ciertos bienes como la mutualista del personal subalterno, el cese de descuentos injustificados, las mejoras salariales y la reorganización de la Guardia Civil fueron los motivos que llevaron a las fuerzas del orden a paralizar sus labores..." 1

Es así que al carecer las calles de policías, el lumpen salió a saquear tiendas, almacenes, centros comerciales e incendiar edificios públicos y privados  (el Centro cívico y el diario Correo, entre otros). Lima ardía y el "Limazo" como se conoció también ese día, pasó a convertirse en la mas célebre y gigantesca huelga que halla podido haber en la historia de la capital.

El Gobierno suspendió las garantías individuales - recordemos que nos encontrábamos en una dictadura militar  así que eso era una mera y no tan importante medida - por ende los soldados salieron a custodiar la ciudad a bordo de los tanques y vehículos blindados. Pasado el medio día las calles de la ciudad eran una anarquía terrible por lo que el Ejército controló la situación a las pocas horas sometiendo y deteniendo aun centenar de revoltosos. Ya muy temprano dos tanques habían ingresado al local de Radio Patrulla y controlado la huelga. La asonada había terminado.

El saldo total dicen: 86 muertos ¿? Lima amaneció desolada y la Guardia Civil volvió a las calles. No muy lejos de allí en nuestro local de la Bomba Lima de Lince, la situación se vivía de cerca y con mucha expectativa y precaución. A continuación un extraordinario relato a cargo de uno de sus actores y testigo presencial de lo sucedido aquel día en que no salió el sol.


HACE 40 AÑOS: LA HUELGA POLICIAL.

Por: Guillermo Mavila Falla
Brigadier CBP.

Esto no es una Crónica, son solo recuerdos personales, de un incidente de fuego que fue, parte de un evento mucho mayor que se desató en Lima, y que, para mí tuvo dos escenarios: Av. Wilson/Camaná esquina con Av. Bolivia y el Jirón Washington, además del servicio de Rescate donde actuó mi Compañía La BOMBA LIMA, de la cual yo era en esa época, Jefe de la Guardia Nocturna.

GUARDIA NOCTURNA, 05/FEB/75 hora 04:00 AM: Recibo una llamada telefónica del Cmdte. Don JOSE CASTILLO DOMINGEZ (que vivía en la Av 28 de Julio) me dice "muchachos si salen a La Victoria, háganlo con cuidado, en Radio Patrulla hay tanques y el Ejercito está que mete bala" uhm bien “gracias Mi Comandante"…y seguí durmiendo.

En la mañana me fui a trabajar y llamó mi atención que, en las calles no habían policías, bestial el tráfico estaba más fluido tanto es así, que llegué hasta Breña en un ratito.

Ya en la oficina, despaché y le dije a un vendedor "vamos a la Victoria a ver clientes" (en su carro por supuesto) llegamos a la Plaza Manco Capac y había un ómnibus en llamas, mas allá un camión también todo prendido, paramos, yo me bajé y en una bodega, previa identificación me dejó pasar, me prestó el teléfono, hice la llamada a Central de Alarma y el negro Junchaya me contesta y dice "sí y hay muchos vehículos oficiales que los están quemando, pero hay órdenes de no salir hasta que no haya protección del Ejercito"
Regresé a la oficina y hablé con el Gerente, Don José García y le dimos asueto al personal (la mayoría mujeres) con la condición de no vayan al Centro porque había disturbios.

Una vez liberado de mis responsabilidades volé a la BOMBA LIMA, (ya estábamos en el cuartel de Lince) y me encuentro con un enjambre de bomberos, esperando la órden de salida y, cada vez que llegaba alguien, según su rango, se re distribuían las máquinas; cambiamos nuestros uniformes color kaqui por los faena, de tela demin (blue jean) para no parecer del Ejercito, y así fuimos esperando hasta pasado el medio día.

Por fin llegó la orden de salida: Junchaya de la CENTRAL con voz monótona: Atención B1 (Roma) autobomba John Bean emergencia… atención B1 Magirus otra dirección...las salidas se dieron para cada máquina (no por Compañía o Brigada), atención B3: (BOMBA LIMA) autobomba “Antonio Alarco”: diríjase a Wilson con Bolivia “Diario El Correo"… cuando pasamos por el Centro Cívico el Auditorio estaba incendiándose y a solo a media cuadra NUESTRO INCENDIO prendido "del tongo hasta los escarpines" que belleza de candelón, nuestras otras máquinas: la “Juan Vicente Nicolini” fue a la espalda de Wilson: Jr Camaná (Diario Ojo), la “Cesar R, Del Castillo” tercera máquina de la LIMA a Venezuela con Washington, una por una las Compañías de Bomberos: de máquina en máquina fueron despachadas para atender los muchos incendios que hubieron ese día en Lima.

Trabajamos hasta el cansancio, o el aburrimiento, al rato estábamos empapados, “que jodidas son las bobinas de papel cuando arden” no nos permitían llegar a las oficinas y el fuego avanzó hasta que los techos se vinieron abajo y acabó por consumirlo todo.

La Rescate CR-30 (Invento de la BOMBA LIMA): diríjase a... herido por bala...iba y venía y mientras tanto, en el Diario El Correo, ya se descontroló el incendio Carbone, Olazo, Carrasco y yo, ya estábamos a la chacota... a ver ¿Quién pitonea sin manos?... era la joda, y en pleno incendio, el Capitán Gallegos (maestro de maestros) corrigiéndole la técnica a los más nuevos (los de Lince) porque dicho sea de paso, los antiguos, los que veníamos del cuartel de Jr. Lampa éramos los bomberazos, los mas ranqueados: Arreluzea, Lemmonier, Jones, Carrasco los Romero, Matthews y los “importados”:los Olazo Nicolini, padre e hijo, los dos Mavila y Carbone, que hacía mas de10 años habíamos pertenecido a la CHOSICA N° 13.




Relevos cada hora: los de incendio a rescate, y los de rescate a mojarse… el Cmdte. Don Leonidas Ingunza con Bacigalupo en la Ford , con la "Hale Fire Pump" situada en Venezuela con Washington (en un grifo que hay el pasaje entre los jirones Washington y la av Wilson) abastecían de agua a la "Antonio Alarco" que estaba en Diario Correo y mandó otra línea al incendio del Super Epsa que la "turba de saqueadores” lo había prendido y estaban enardecidos, de pronto el Cmdte. Leonidas Ingunza, saca su pistola y mismo Clint Eastwood: dispara pero "oh, que sorpresa" no salió el tiro, la muchedumbre se nos abalanza y la contenemos con chorros de agua, hasta que viene la ansiada ayuda.

Comandante Leonidas Ingunza

Una TANQUETA del Ejercito se aparece disparando, parecía un erizo, por los cañones de los FAL y nosotros: ligeritos "cuerpo a tierra": la "turba" se dispersa, pero quedan varios cuerpos regados en la pista, que venga la Rescate CR-30 a recogerlos y yo con Carbone, Lau y Lemmonier a nuestra labor de extinción del Super Epsa, pero nos faltó un tramo de manguera y el incendio fue avanzando del fondo hacia adelante y el techo se desplomó; el administrador del local nos dijo: "que mierda... muchachos sírvanse un helado"
De nuevo en Wilson: aparece un TANQUE y había que alzar la manguera con escalas y los bicheros para que pase, en la torreta "imperturbable" un oficial (por los bigotitos bien cortados), le dijimos por joder: "de allá (Tacna y Colmena) nos han estado disparando" el puta murmuró algo, y el tanque le disparó una ráfaga al edificio que está en la esquina... "mejor no juguemos, porque éstos cojudos son bien brutos" y seguimos lanzando los chorros de agua al interior del incendio.

Por ahí se aparece Juan Ruggiero de la Bomba INTERNACIONAL, y me dice bien cachaciento: “te invito a mi incendio”... y, nos fuimos al Auditorio del Centro Cívico, de verdad era un incendio de la puth mother, los INTERNACIONALES sí que trabajaron duro, era un gran recinto cerrado (ahora se les dice: incendios estructurales en espacios confinados) tardaron más de un día para apagarlo, a ellos también les toco el incendio del Scala Gigante que quedaba en Alfonso Ugarte con Venezuela.

¿Vamos a dar una vuelta en Jeep? La máquina auxiliar de la BOMBA LIMA, Jorge del Castillo y yo, fuimos todos chismosos, nos metimos al Centro, habían columnas de humo por todos lados, "vamos a jironear" y bajamos por el Jr, de la Unión, en la esquina de la Tienda Anchor: un semi oruga artillado del Ejercito, bloqueaba el paso, y un “clase” invitaba amablemente a los saqueadores: "salgan carajo no les va a pasar nada" y cuando ya los tuvo afuera: les metió bala; no recuerdo quien manejaba el Jeep... "retrocede huevón" y salimos como alma que lleva el diablo entre los gritos de la “loca” del Castillo

Cuenta Pepe (mi hermano) que manejaba la Rescate CR-30, que cuando trasladaban a un herido con una bala en el cuello, que para animarlo le decía: "tápate el hueco con el dedo” para que puedas respirar... eres soltero pero te vas a casar y tendrás un hijo al que les vas a poner de nombre: José como yo, la víctima le pudo contestar "ta bien compadre".

Que hago con el herido, grita un bombero, sangra mucho- José le dice de broma:"ponle un torniquete en el cuello" -anécdotas del Servicio de Rescate- y que hasta ahora, las repetimos con los bomberos nuevos, incluso a los que son médicos.

A mí también me tocó manejar la Recate CR-30 y la consigna era: dos tiros en el pecho o el abdomen, ... déjalos, no sobreviven: son balas de fusil y hacen un daños terrible.

Atención Rescate CR-30: diríjase al Puente de Ejercito heridos por bala, eran seis y solo recogimos a dos, ¿los otros? muertos o agonizando, nunca se supo ni se sabrá, cuantos murieron, fue una experiencia muy dura, y luego los pleitos en los hospitales: en el Loayza “ya no traigan mas” retruco: “recíbelo carajo o te traigo al Ejercito”; y el Dos de Mayo, el Obrero, la Asistencia Púbica de Grau, en todos era la misma historia, no se conocían los términos de: hospital colapsado, estabilízalo, ponle una vía, pásale un cloruro, ni tampoco sabíamos de bio-seguridad, ni de los guantes de examen, solo habían baldes con agua para limpiar las camillas y para baldear la sangre del piso de la máquina.

Así fueron pasando las horas salida tras salida, Barrios Altos, La Victoria, El Agustino y así hasta el amanecer: atención Rescate CR-30: diríjase a La Molina en el lugar parturienta, y todo, en pleno “toque de queda” que había decretado el Gobierno.

Yo tenía una enamorada que vivía por la Pera del Amor, al final de Salaverry, y cuando fui a visitarla en la tarde del día siguiente, ni se habían enterado de los hechos, una maravilla de los medios de prensa en los tiempos de la Dictadura Militar.






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1.http://elcomercio.pe/blog/huellasdigitales/2015/02/huelga-policial-cuando-la-anarquia-tomo-lima
Fotos: Blog Lima La unica, Blog de Oscar pedraza, Archivo Histórico de El Comercio, Internet.