lunes, 11 de marzo de 2019

Guillermo Mavila Falla



El Comandante Guillermo Mavila es una de las figuras emblemáticas que en el escalafón del personal de la Bomba Lima ha existido; nació el 11 de diciembre de 1948. Hijo de José Mavila Bustamante y Elisa Falla es descendiente del coronel José Octavio Mavila, Defensor de la Patria y miembro de la ayudantina del gran Mariscal Andrés Avelino Cáceres durante la campaña de la Breña, en la guerra de 1879. 


Al igual que su hermano José, su carrera bomberil la inició, en la Bomba Chosica (Chacarita)  - que para ese entonces tenía el número 13 y hoy conserva el N°32 por antiguedad- a la muy temprana edad de dieciséis años en el año 1964.


Para cuando llegó a la Bomba Lima contaban con 21 años y fueron aceptados como socios protectores con derecho a la guardia y usar y abordar los equipos y unidades del cuartel, en un ambiente en donde por los pasillos del cuartel de la calle Pobres circulaban personajes emblemáticos como Ricardo Cluzel, Waldo Olivos, Victorio Pontolillo, Alfonso Del Castillo, el "capi" Oscar Gallego Muñoz, don Leónidas Ingunza y leyendas como Cesar R Del Castillo, Luis A Ponce Medina y el gran Julio Silva Bertolli.


Es  en enero de 1968 que son reconocidos como miembros natos  por la junta general por unanimidad nada menos y reconociéndoles la antigüedad lograda en la Chosica. A uno lo presentó Lucho Lemonier, al otro Hugo Bacigalupo y la junta calificadora estaba presidida por el no menos famoso comandante José Castillo Domínguez y el emblemático Capitán Oscar Gallego Muñoz.


Aunque con su hermano Pepe, son mellizos hicieron carreras separadas.  Guillermo mientras tanto fue Sargento de mangas en el 69, Sub Teniente de tesorería en 73, - Ello le valió para que su nombre quede inscrito en el bronce inmortal de la inauguración del cuartel de la calle "Chachi Dibós" en Lince -, ascendido a Capitán en 1980, fue nombrado segundo jefe de la Bomba Olaya  y ocupar el alto cargo de Comandante de la Bomba Lima en 1982. 


En el 93, fue inspector departamental de Lima Centro, cargo que repetiría en 1996. Fue ascendido a Brigadier en el 94, luego en el que una vez me contó se tuvo que apurar y regresar al trajín bomberil  porque Pepe ya había ascendido y su pequeño Diego le había preguntado - ¿porque su tío Nito tenía cinco y él tres galones en el hombro?-. 



En 1997 fue Primer Comandante y fundador de la Bomba Chaclacayo "Atilio Airaldi Panetieri N°115" que justo en el día de la inauguración eran  los días difíciles en que andaba secuestrada la residencia del embajador Japonés y en La Victoria caían heridos tres miembros de nuestra compañía a bordo del Snorkel 4 en el terrible incendio de la calle Giribaldi.


Mavila integró una brillante generación de bomberos como las ha habido en el Bomberismo Nacional y sobre todo en nuestra compañía, en donde figuraban Oswaldo Carbone Sala, Lucho Lemonier, Reynaldo Múñoz, el recordado Miguel Chuquisengo Falla - su primo dicho sea de paso - entre otros. Si bien  pocas son las oportunidades de escuchar una emergencia que los halla marcado eso  sí, siempre y eso me consta a mí y a las generaciones de bomberos menos antiguos, de él, habremos escuchado palabras que calaron y consejos que han marcado a cada uno de nosotros con  su ejemplo y dedicación a esto que es la Bomba Lima a la que tanto amó y adoró.


Guillermo, que con su carácter mal entendido por cierto por algunos de los muchachos, se convirtió en ese eslabón tan importante para que en la Lima no se altere el statu quo generacional y se desborde y se pierda lo ganado en tantos años. 



Nunca olvidaré aquello que en la vida se "queman etapas" y en los bomberos también. Nunca olvidaré en que me permitió estar en su mesa a departir, tan igual como a usted se lo permitió el Comandante Pontolillo a quien también conocí pero en el ocaso de su vida. 



Guillermo Augusto Mavila Falla, falleció en el mesocrático distrito de Chaclacayo, Lima, el domingo 10 de marzo de 2019, en paz con Dios y con el sentido del deber cumplido.



Las tradiciones que en su mayoría se olvidan, Guillermo siempre se encargó de tenerlas presentes e inculcarlas y homenajear a los viejos bomberos en vida. Los homenajes siempre se hacen en vida, decía, pero de ninguna manera Guillermo fue la excepción, y muy a pesar de su negativa, fue una gran ocasión en que se  le rindió honores en vida a él porque se lo merecía en agosto de 2014 cuando cumplió junto a Pepe "Bodas de Oro" bomberiles, celebración que se le hace solo a los que se lo merecen. Y tú te lo merecías, Guillermo. 



Porque a usted le tocó ser joven en una época dorada en que caminaba y compartían con gigantes de la Lima, Hoy somos nosotros los  que orgullosos  atestiguamos un legado imperecedero que se guarda en el corazón de todos los que te conocimos.