lunes, 30 de abril de 2012

Tras los Pasos Perdidos II

Segunda entrega del Ayer y Hoy de las fotograf'ias utilizadas en este blog, observando como se ve  en la actualidad, todo lo relacionado al pasado de nuestra compañía.


Monumento al Dos de Mayo en 1874 y en la actualidad




Posiciónes de las Baterías del Callao
en 1866 y en la actualidad


 











              Batería Blackely  y
                   el Cañón del Pueblo




 






 




Plazuela de la Penitenciaría Ayer y Hoy. Aqui practicaron los Bomberos de la Lima
 antes de concurrir al Dos de Mayo de 1866




 

Plazuela de la Recoleta



 
Torre de la Merced




 
Corbeta Unión / Mastil de la Corbeta Unión que se conserva en la Escuela Naval del Perú.
 Visita del personal de la compañía en el año 2010





El Monumento  al Dos de Mayo Antes de ser embarcado al Perú desde Francia
El Monumento en la Actualidad

martes, 17 de abril de 2012

La Reorganización: 8 de Setiembre 1868.

Luego de las celebraciones por el éxito conseguido por el poder de nuestros cañones en el Callao, nuestro país regresó, aunque no tan rápidamente a la normalidad social política y en todo sentido.

El diario El Comercio de Lima registraba en sus páginas tal vez lo último que en una publicación apareciera, una referencia a la Bomba Lima vencedora en el “Dos de Mayo” y era el día 16 de junio del 1866 en que en las páginas de tan prestigioso diario, era publicada la relación de efectivos participantes en la heroica jornada del Callao. De allí todo sería silencio pero no olvido.

En lo político en 1867 el coronel José Balta quien hasta hace unos años brindó todo su apoyo al General Prado, se sublevaba contra el gobierno, debido a las reformas introducidas durante el mandato de este. Por otro lado el país debía de sufrir una pérdida irreparable el día 30 de mayo al fallecer el Gran Mariscal del Perú Don Ramón Castilla y Marquezado en las lejanas pampas de Tarapacá, víctima sobre todo de la ancianidad y los años que cargaba.

Al año siguiente ante la renuncia de Prado al sillón presidencial y luego de las elecciones convocadas por el Vice-Presidente Diez Canseco, José Balta sería declarado Presidente de la República.

Este gobierno se caracterizó por la realización de una serie de gigantescas obras públicas y sobre todo, porque durante ese período asolaba una enorme crisis económica internacional. Además fue un lapso de paz y prosperidad, pero sin previsión del futuro, debido a que se realizaban las obras en base a empréstitos muy altos, cuyas consecuencias se reflejarían unos años más tarde.

Por otro lado en aquella época, la epidemia de fiebre amarilla que cundía y dejaba una mortandad enorme entre los habitantes de la capital, dejo como triste saldo el fallecimiento de José Prefumo, voluntario de la Bomba Roma N° 1 el 10 de agosto de 1868.

Prefumo contrajo el mal, al trasladar una y otra vez los cuantiosos enfermos al hospital en la ambulancia que le estaba asignada. Honda consternación causó en la capital la muerte de tan honorable bombero voluntario.

EL ANTES AL 8 DE SETIEMBRE DE 1868

Habiéndose dispersados todos aquellos que formaron la Compañía Municipal Lima, La ciudad aunque seguía soportando la inclemencia de algunos incendios - la historia no registra alguno de gran proporción - solamente contaba con las compañías italiana y francesa como instituciones organizacionalmente establecidas.

Las demás brigadas de bomberos que formaban la Ibérica, Del Pacifico y algunas otras, solamente aparecían en momentos de emergencia, con un igual y hasta algunas veces reducidos números de voluntarios. La necesidad de contar con una compañía de identidad nacional, era cada vez más notorio en cierto círculo de aristócratas limeños y más aun en los que habían conformado alguna vez la Bomba Municipal Lima.

Así un 26 de agosto de 1868 fue publicado en el diario oficial El Peruano un artículo con su título: "Compañía de Bomberos Nacional", y el cual, decía…

"Los continuos incendios que en los últimos tiempos se han verificado nos dictan el deseo de ver restablecida la Compañía Nacional de Bomberos que se organizó para el 2 de mayo. (…)”

Tal vez no existe documento alguno que acredite una fecha exacta pero según diarios de la época fue un lejano día 6 de setiembre de 1868 en que cuatro limeños, los que a partir de ese día nuestra historia institucional conocería como los primeros cuatro miembros, Pablo Pérez, José C. Tamayo, Leonardo Rouillon y Juan C. Pareja, -estos dos últimos fundadores de la Municipal Lima y veteranos del Dos de Mayo de 1866- distinguidos jóvenes en la sociedad de aquella época hicieron pública una iniciativa: Reorganizar la Compañía Nacional de Bomberos.

Tras reuniones y deliberaciones de quien podía auspiciar tan memorable hecho y sobre todo contar entre las filas a gente de muy alta conducta moral y cívica, se envío la carta a don José Francisco Andraca intendente de la Ciudad, con la intención de reorganizar la compañía nacional de bomberos.
                                                 
En la misiva publicada en aquellos días en el diario El Comercio, también se le hacía saber, su nombramiento como comandante de la re-naciente corporación. Este es su contenido:

Ciudad de Lima 6 de setiembre de mil ochocientos sesenta y ocho

Sr. José Francisco Andraca

Muy Señor Nuestro:

Los que suscriben tienen el honor de participar a usted, que en el acta celebrada hoy, han acordado lo siguiente: "Formar una compañía nacional de bomberos con todas las formalidades del caso y proclamar a usted comandante de dicha compañía", por cuyo motivo nos ponemos a sus órdenes para que con sus luces y digno apoyo, nos pueda usted organizar como lo deseamos. Es cuando es de manifestar a usted nuestra idea de ponemos bajo sus órdenes.

Conocedores como somos de sus fines patrióticos en todo lo que tiende a la honra y dignidad nacional, y viendo en ninguno como este caso podemos ser útiles a la humanidad e igualmente llenar un vacío que se hacía bastante notable en la capital

Firmas y rúbricas de los anteriormente nombrados


Andraca al recibir tal notificación se sintió sorprendido y ante tal compromiso envió rápidamente al día siguiente la respuesta al oficio. En ella declaraba que carecía de conocimientos en materia bomberil, pero el habérsele ofrecido el cargo de comandante de una institución tan benemérita y con antecedentes heroicos  por su participación en la defensa de la Patria en el recordado 2 de mayo de 1886  y que tendría ahora y en el futuro el fin de salvaguardar los bienes e inmuebles en caso de desastres e incendios, siendo un loable y noble fin en favor de fa comunidad, aceptó.

Así también en el documento solicitaba la presencia y el concurso del experimentado señor Manuel I. Polo Jefe de la casi fenecida Compañía de Artesanos para la instrucción y entrenamiento de los voluntarios. Tal petición sería aceptada inmediatamente.

                         
                                                                           Plazuela de San Agustín

El lugar de la reunión estaba previsto en la casa del señor Andraca ubicada en la plazuela de San Agustín, el día 8 de setiembre a las 14 horas pasado el meridiano. Esta es la respuesta enviada por Andraca:

Ciudad de Lima, setiembre 7, de mil ochocientos sesenta y ocho.

Señores de la Comisión nombrada para formar la Compañía Nacional de Bomberos.

Muy señores míos.

He tenido el honor de recibir su muy apreciable comunicación de ayer en la que, después de participarme que en el acta celebrada en esa fecha, han acordado formar una compañía nacional de bomberos, se han servido nombrarme comandante de dicha compañía.

A pesar de te muy honrosa distinción que han tenido ustedes la bondad de hacerme, quizá por los escasos de conocimientos sobre la materia, no habría aceptado tan honorífico cargo, pero teniendo esta asociación un fin tan humanitario y persuadido de que el deseo de hacer bien a los demás, es un poderoso auxiliar para conseguir el objeto que se propone el hombre de bien por muy limitada que sea su inteligencia, acepto, con entusiasmo, la honre de dirigir vuestros trabajos, seguro de que con el concurso de todos y cada uno de los miembros de tan distinguida asociación, llevaremos a buen término el fin que os habréis propuesto.

Identificado con el pensamiento de ustedes, me he permitido invitar al estimable ciudadano don Manuel I. Polo, a una reunión que tendrá lugar mañana a fas dos de la tarde, en mi casa, situada en la Plazuela de San Agustín, con el objeto de ponernos de acuerdo con una sociedad de artesanos que él preside y que ya ha prestado muy benéficos servicios en casos de incendios, podamos organizar la compañía de modo que pueda llenar satisfactoriamente los fines de la institución.
Lisonjeado con la idea de que esta medida merecerá vuestra aprobación, me permito también invitaros a dicha reunión, lo mismo que a todos los señores que pertenecen a tan digna sociedad y os suplico, tengáis la bondad de aceptar los sentimientos de mi más alta consideración, con que me suscribo como vuestro obediente y seguro servidor.

Firma y rúbrica de José Francisco Andraca.


REORGANIZACIÓN DE LA BOMBA LIMA

Aquella tarde del martes  8 de setiembre de 1868,  reunidos en casa del honorable Andraca aquellos jóvenes y no tan jóvenes pero entusiastas personas, la juventud y madurez acomodada y selecta de la capital quedaron y resolvieron la reorganización de la Compañía Nacional de Bomberos.  Andraca fue testigo presencial de la firma del acta con la que se estableció la Municipal Lima; hace solo dos años atrás y debido a que en esta oportunidad no se contaba con el patrocinio de la honorable Municipalidad de Lima, propuso que esta organización se llamaría para siempre Compañía Nacional de Bomberos Lima.                                               

El aplauso y la algarabía que este acontecimiento generó fue aplaudido por los allí presentes, una institución que formaba parte ya de la historia de nuestro país, despertaba de su corto y momentáneo sueño, esta vez con otro fin: el de ayudar al prójimo y a la comunidad en caso de desastre e incendio.Pronto se vieron rodeados de más personas que con entusiasmo llevaron a cabo el proyecto.

Muy importante es recalcar que previo a lo ocurrido aquel  día martes,  los iniciadores de la compañía, "Los Primeros Cuatro", señores Pablo Pérez, José C. Tamayo, Leonardo Rouillon y Juan C. Pareja, se reunieron dos días antes el domingo 6  en donde a parte de  decidir la reorganización de la compañía, asentarón un acta previa que decía:

En Lima a los seis días del mes de setiembre de mil ochocientos sesenta y ocho, reunidos los que suscriben con el fin de formar una compañía nacional de bomberos con el objeto de auxiliar en los siniestros que ocurran en esta capital, acordaron:

1.     formar como antes se ha indicado una Compañía Nacional de Bomberos.
2.     Nombrar comandante de la compañía para que bajo su dirección se establezca, al señor don José Francisco Andraca.
3.     Nombrar una comisión para ésta formule los estatutos por los cuales se ha de formar la compañía cuyo, comisión se compondrá de un presidente, dos vocales, un secretario y un amanuense, Esta comisión será compuesta de tres de los presentes y dos de fuera.
4.     Comprometerse cada uno de los miembros de esta asociación a sujetarse estrictamente? a los estatutos que forme la comisión, debiendo presentarse éstos el domingo 13 del presente.
5.     Cada uno de los socios presentes se comprometerá, lo más pronto posible a presentar una lista de las personas que puedan ser consideradas para servir en la compañía, cuyas personas serán sometidas a la aprobación de toda la sociedad, según las reglas que los estatutos impongan para ser admitidos.                                                                             
                                                                                 
Habiendo admitido el cargo de comandante de la compañía, el señor José Francisco Andraca manifestó  a los concurrentes a su casa, la necesidad de proceder a nombrar la comisión para la redacción de los estatutos, para lo cual dicha comisión estuvo conformada por los socios: José Francisco Andraca, Presidente de la Comisión, y vocales los señores Hildebrando Olivares, Bruno Zavala, Juan C Pareja, Dr. Emilio del Solar y Ricardo M. Espiell. 
                                                                                                                       
Terminado el acto se acordó que suscribieran esta acta los señores iniciadores; Pablo Pérez, José C. Tamayo, Leonardo Roullon y Juan C. Pareja Acompañado de las firmas de los señores Francisco Távara, Ernesto La Rosa, Francisco Carrillo, Scipión Alarco, Ramón Barredo, Emilio Carruel, Ignacio Bernabén, Emilio Baratta, Rosendo Rambla, Juan Távara, Hildebrando Olivares, Bruno Zavala, Antonio M. Ercilla, Celedonio Lecca, Carlos Emilio León, Tomás Damián Cobian,  Manuel Zubiaga, Ricardo Barrios, José Ramírez, Gabriel Torres, Eduardo Ribeyro Aurelio Mena, Carlos Zumelzú.                                                           
   

De la obra redactada en 1936  por el comandante en Mérito Vitalicio de la Bomba LIMA,  Juan Vicente Nicolini se tomó esta hipótesis del porqué de la elección de José Francisco Andraca como Comandante de la renaciente corporación:

"Rememoremos en primer lugar que el señor Andraca fue poseedor evidente de la declaración del señor Alcalde de Lima en el tantas veces citado oficio del 21 de abril de 1866, en donde se ofrecía el propósito de hacer estable la Bomba Nacional en esa hora creada. Su intervención de setiembre de 1868, era pues con el valor entendido de una restauración de la recesada sociedad bomberil a no ser que los sentimientos humanos, propios en casos semejantes, determinan la ficción de un nuevo estado de cosas, pero con la historia se encarga por si misma de reponer en la verdad, porque ello es patrimonio nacional y no de los hombres…”

                                
                                                           Pablo Pérez                                          Juan Távara


                                                                                                                             
Los editores de la obra, Reseña Histórica de la Compañía Nacional de Bomberos Lima 1, de Ricardo M. Espiell, describen el acontecimiento de la siguiente manera:

"(...) Empero, llegó la vez de que esta sentida falta fuese dignamente reparada, y dos años después Lima tuvo la satisfacción de ver lucir el uniforme del Bombero Nacional al lado de los de las compañías voluntarias formadas por los abnegados extranjeros que tuvieron la envidiable suerte de no olvidar la gloriosa época de su nacimiento, ni la noble intención con que se asociaron."...(...).

"Su recuerdo había quedado, no obstante grabado, como el del acontecimiento grandioso por el cual nació: y apenas el mejoramiento de lo actual, permitió volver los ojos hacia atrás, cuando los mismos que habían vestido la roja camisola en las baterías del Callao, pensaron que podían vestirla de nuevo, para bien de sus conciudadanos, no ya contrarrestando los efectos del cañón enemigo, sino combatiendo el fuego, elemento devorador de las propiedades, y la Compañía Nacional de Bomberos LIMA, se constituía de nuevo"...
                                                                      
Del diario El Comercio del ocho de setiembre de 1868 se leé lo siguiente:

'"(……) Disipados los humos de las baterías, en los momentos mismos de la embriaguez de ¡a victoria, sobre sus laureles,  se elevaron, si cabe, a mayor altura aunque en el combate, y a partir  de ese momento, trocaron su fin patriótico, por un fin altamente humanitario, y conservando el ennoblecido uniforme, que vistieron no ya para la solemne y grandiosa lucha nacional, sino para la tarea modesta, humilde, de constituirse en guardianes salvadores de la propiedad privada, organizándose como tales, y comenzando a vivir con la vida del trabajo, que por abnegado entusiasmo se imponían.

El día martes ocho de setiembre de 1868 se declaró fundada la Compañía Nacional de Bomberos, según consta la siguiente acta:


ACTA DE REORGANIZACIÓN DE LA BOMBA LIMA

En Lima a los ocho días del mes de setiembre de mil ochocientos sesenta y ocho, reunidos los señores Eduardo Ribeyro, Emilio Baratta, Hildebrando Olivares, Gabriel Torres, José C. Tamayo, Ernesto La Rosa, Bruno Zavala, Emilio Carruel, Juan C. Pareja, Scipión Alarco,  Carlos Emilio León, Francisco Távara,  Manuel Zubiaga, Juan Távara, Tomás Daniel Carrión, Pablo Pérez, Antonio M. Ercilla, Ricardo Barrios, Carlos Zumelzú, Ignacio Bernabén, José Ramírez, Enrique Votto Bernales, Martín Abello, Aurelio Mena, Leonardo Rouillon, Fernando Carrillo, Celedonio Lecca, Ramón Barredo, Rosendo Rambla y Eulogio Campos; se leyó el acta anterior la que fue aprobada y se ordenó se pasasen las notas a los señores don Emilio Del Solar y Ricardo Martín Espiell, declarando instalada en cuadro la Compañía Nacional de Bomberos, quedando comprometidos para reunirse el domingo 13 del presente a las dos de la tarde en punto.

La lista aumentó observándose un gran número de miembros. Cabe resaltar que los socios Emilio del Solar, Martín Abello, Ignacio C. Bernabeu, Eduardo Cometant, Fernando Carrillo, Santiago Chávez, Ricardo Martín Espiell, José Ezeta, José Gallardo, Eduardo Lembecke, Mariano La Torre, Manuel Mena, Nicanor Menacho, Juan Muelle, Felipe Emilio Osterling, Joaquín Ortega, M. Olivera, Pedro Pérez, Juan Pareja, Eduardo Ribeyro, Leonardo Rouillón, Belisario Sánchez, Pío Jorge Echenique y Bruno Zavala, fueron fundadores de la Municipal Lima el 21 de Abril de 1866 y que nuevamente estampaban sus firmas para ver renacer esta histórica organización de voluntarios, dos años después.


 Acta de Reorganización de la Bomba Lima 1868

La LIMA volvía a la vida otra vez gracias al empuje de todos aquellos que así lo querían ver. Lamentablemente de los documentos, oficios archivos y demás testimonios históricos de la administración Lazo nadie sabe nada. Se perdieron para siempre tal vez por la desidia de algunos o por la falta de interés de otros.


Remontándonos a esos años nosotros mismos habríamos pensado igual sin imaginar lo que teníamos en nuestras manos y no le hubiéramos dado la importancia tan valiosa a ese tesoro de valor incalculable. Las viejas glorias de la LIMA (viejas con el respectivo cariño, por supuesto), nos pudieron comentar alguna vez de que dichos manuscritos habían sido colocados en un estante en cuyo lado posterior de la pared se encontraba el estar de las mulas y los caballos.

Las deposiciones y micciones de aquellos anímales terminaron por destruir la pared y con ella el estante y el preciado archivo. La historia escrita de aquellos momentos moría así. Solamente nos quedaba el empezar de nuevo un nuevo archivo, el cual  felizmente conservarnos hasta nuestros días.

Pero ello no significó de que la historia de la LIMA empezará en 1868, sino por el contrario la historia comienza en 1866 un sábado 21 de abril al medio día, y que la Municipal Lima o la Compañía Nacional de Bomberos o la Compañía de Bomberos de la Municipalidad, fue, es y será la misma Bomba Lima de hoy mañana y siempre y que aún perdura hasta nuestros días como la Benemérita Centenaria y Heroica Compañía Nacional de Bomberos Lima N° 4.

Reorganizadores Antonio M. Ercilla, Francisco Távara y Carlos Emilio León
Archivo de la Bomba Lima Foto de  1913


miércoles, 11 de abril de 2012

Ricardo M. Espiell

Ricardo Martín Espiell Guillén  nació en la ciudad de Lima, el día 11 de Noviembre de 1843, siendo sus padres Don Mateo Espiell y la señora Petronila Guillen.

En un trabajo realizado por la doctora Nanda Leonardini  dice que el  apellido deviene del inglés Spiel, castellanizado en el siglo XIX y desciende de una familia mestiza serrana, afincada en sus inicios en una hacienda ganadera en Puno, luego de la Independencia peruana.
 Dedicado a la carrera de las letras, hizo sus estudios preparatorios en el Colegio de Musso, pasando después, a la edad de doce años, esto es en 1855 al Colegio de San Carlos. Con buena reputación entre sus compañeros de estudio, por su clara inteligencia y su aprovechamiento, se recibió de Bachiller en Jurisprudencia y Sagrados Cánones, a los 19 años de edad y de abogado en 1878, después de haber desempeñado algunos destinos públicos.


En 1864 entró a servir como meritorio en el Ministerio de Relaciones Exteriores, puesto que desempeñó á satisfacción de sus jefes que vieron siempre en él al empleado inteligente y cumplidor de sus deberes.

Verdaderamente patriota y abnegado hasta el extremo, sin reserva de su vida ni de sus propios intereses, concurrió al combate del Callao el 2 de Mayo de 1866, como bombero fundador de la Compañía Nacional organizada por la Municipalidad de Lima.

Caratula del libro  "Reseña Histórica de la Compañía Nacional de Bomberos Lima Nº 1"
escrita por el Comandante Espiell en 1876

Desempeñando la secretarla de la visita de aduanas y tesorerías del Sur de la República en 1868, se encontró en el puerto de Arica cuando tuvo lugar el memorable cataclismo de 13 de Agosto de ese año, habiendo salvado entonces milagrosamente la vida.

Como escritor público Espiell se distinguió desde muy joven entre sus colegas de la prensa, al lado del inolvidable maestro señor Don Manuel Amunátegui.Habiendo sobrevenido la revolución social de 1872 que dio origen a la formación del verdadero partido liberal en el Perú, Espiell fue uno de los primeros en concurrir a sus filas para tomar en ellas un puesto como soldado del progreso y de la libertad.

El Presidente de la República Don Manuel Pardo, comprendió perfectamente el carácter y las cualidades personales del joven que se iniciaba en la carrera pública y como verdadero patriota, lo nombró su secretario íntimo y compartió con él los laureles y las penurias de la sagrada misión que los pueblos le confiaran poniéndolo al frente de la dirección de sus destinos.

Además de ser uno de sus fundadores, (Sábado 21 de abril de 1866) fué comandante de la Bomba Lima durante los periodos: 1873 a 1876, de igual forma en 1878 y 1884 por última vez. Durante su gestión en 1874 recibió como obsequio una campana de bronce mandada a realizar en Estados Unidos por su  amigo Enrique Meiggs, reliquia que hasta el día de hoy se conserva en el local de la compañía en Lince.


Campana obsequiada al Comandante Espiell por el empresario y miembro honorario de la Compañía, Enrique Meiggs en 1874 en ocasión del aniversario del Combate del Dos de Mayo.

Al comandante Espiell le debemos entre otras cosas primero el dejarnos para la posteridad su obra "Reseña Histórica de la Compañía Nacional de Bomberos Lima Nº 1" (Lima 1876, Imprenta La Opinión Nacional)   importante documento que detalla la fundación de la Bomba Lima el 21 de abril 1866 y que hecha por tierra cualquier duda sobre los orígenes de nuestra compañía y segundo la excelente administración y organización de la secretaría de la compañía al organizar el libro de partes, de personal y juntas generales que hasta el día de hoy, existen.

Entre otros puestos y comisiones de orden administrativo, político y de hacienda, Espiell fue también en el Ministerio de este ramo jefe titular de la sección de Contribuciones en la Dirección de Rentas.
Organizada la Guardia Nacional de la República el año de 1872 como el mejor medio de poner al país en aptitud de defenderse contra las continuas asechanzas de los que trataban de trastornar el orden público que recién se había establecido bajo bases tan legítimas como seguras, Espiell formó una columna de artillería con los miembros de la Bomba Lima, que por entonces comandaba; y llegada la hora de la prueba, cuando la revolución estalló en el Sur de la República, ya que no le era posible movilizar inmediatamente su columna emprendió viaje con el Presidente Pardo.

Extracto de una caricatura del Presidente Manuel Pardo y en donde aparece también
 su secretario Ricardo Espiell con el casco de la  Bomba Lima


Caricatura completa

En 1874  como ayudante de este, asistió entre otros encuentros de armas que tuvieron lugar en dicha época, a las memorables acciones de Los Angeles y Arequipa.
Declarada por Chile la guerra del Perú en 1879 y habiendo hecho la primera campaña Naval abordo de la corbeta «Unión» como Secretario del Comandante General Don Aurelio García y García, participó en el Combate Naval de Chipana  frente a la corbeta chilena Magallanes. A bordo lo acompañaba además su primo Francisco Espiell Ramos. Posteriormente vino a mandar en 1879 la brillante columna «Guardia de Honor» formada por los voluntarios del Departamento de Loreto con quinenes sostuvo la constitucionalidad contra la Revolución de 1879.


En el mar, a bordo
de la Corbeta Unión
Abril 17 de 1879
SS.EE
(...)....Dicha división, compuesta de la corbeta Unión, comandada por el Capitán de Navío don Nicolás Portal, y la Pilcomayo, cañonera al mando del Capitán de Fragata don Antonio de la Guerra, zarpó a las órdenes del comandante de ella, Capitán de Navío don AUrelio Gracía y García, quien se constituyó a bordo de la citada corbeta con su Estado Mayor, organizado del siguiente modo:
Mayor de Ordenes, Capitán de Corbeta don Elías Aguirre, Secretario, Teniente Coronel de Guardia Nacional, Doctor Ricardo M Espiell.....(Siguen nombres)....(...)Fdo.José Rodolfo del Campo Corresponsal de Guerra del El Comercio.

Fotografía de la corbeta "Unión"

En 1880 y con el enemigo acercándose a las puertas de la capital,  Espiell vistió la blusa de soldado del ejército de Reserva  y fue sargento segundo de la cuarta compañía del batallón número 2. El trastorno político  originado por el viaje del presidente Prado, lo encontró al mando de la columna de voluntarios que anteriormente hemos indicado siendo Espiell además en esa época representante en el Congreso por la provincia de Puno.
El 1° de Enero de 1881 pasó a comandar la guarnición de la fortaleza del «Cerro Vásquez» cuya artillería era servida por la Compañía de Bomberos Lima N° 1.
En las Cámaras legislativas, a los que en varias ocasiones perteneció lo mismo que a los Concejos Municipales, Espiell fue firme sostenedor de los sanos principios y defensor infatigable de las prerrogativas populares.
Fue en Lima uno de los colaboradores más entusiastas de la administración iniciada por el Doctor Francisco García Calderón; mas habiendo fracasado éste, Espiell marchó a ponerse al lado del Almirante Montero en Arequipa, abandonando familia y comodidades, asistió al Congreso allí reunido,  salió con dicho Contra Almirante y volvió nuevamente como Secretario del General Canevaro, cuando éste restableció en el Sur el imperio de la constitucionalidad.
El 27 de Agosto de 1884, Espiell combatía como un valiente, desde la torre de la iglesia de la Merced, contra los soldados de Iglesias.


Pacificado el país, Espiell volvió al seno de los suyos ocupando una curul en el Senado como representante por el Departamento de Puno  y otra en el Concejo Provincial de Lima, desde 1881, en cuya corporación prestó muy importantes servicios, distinguiéndose de una manera especial en la comisión doblemente patriótica y humanitaria de hacer recoger, sepultar e incinerar los cadáveres de los combatientes en las memorables y sangrientas jornadas de Chorrillos y Miraflores  dispersos en los campos de batalla y entre las ruinas y los humeantes escombros de esos pueblos horriblemente sacrificados.

Muchas asociaciones como el Ateneo de Lima  la logia masónica "Honor y Progreso", el Club La Unión e instituciones de carácter humanitario, político, científico y literario le contaron en su seno como miembro ya activo, correspondiente u honorario, prestándole repetidas ocasiones de hacer públicas y manifiestas sus aptitudes, sus nobles sentimientos y sus elevadas ideas. Fue además columnista en el diario El Comercio.

El Doctor Don Ricardo M. Espiell quien radicó en la calle El Pozo Nº79 del bajopontino distrito del Rímac, contaba apenas cuarenta y cuatro años de edad cuando la muerte lo sorprendió.  De la revista El Perú Ilustrado tomamos estos párrafos:

Al dar hoy a nuestros abonados el retrato del que fue Senador por el Departamento de Puno Doctor Don Ricardo Martin Espiell y que falleció en esta capital el Lunes 8 de los corrientes, cumplimos un deber de amistad a la vez que de justicia llevando al sepulcro del colega y malogrado ciudadano una flor más que, eternamente refrescada por el rocío de nuestras lágrimas, perpetúe su memoria y la de las altas virtudes que fueron la práctica, más constante de su vida.

El señor Espiell, que desde muy joven había manejado hábilmente la pluma del escritor periodista, nos tenía ofrecida su importante colaboración, para los días en que sus atenciones del Senado le permitieran ayudarnos en nuestras labores de “El Perú Ilustrado”, por el que se había manifestado entusiasta desde la aparición de su primer número, hasta el punto de procurarnos algunas decenas de importantes suscriptores en Lima y los otros departamentos de la República.

.....La muerte lo soprende arrebatándonos un ciudadano inteligente, honrado y laborioso que, por mil títulos, estaba llamado á ser uno de los más importantes hombres públicos de su país y a prestarle servicios de inmensa consideración



Mausoleo de Ricardo M. Espiell en el cementerio Presbítero Maestro.
A la derecha la tumba de su pequeño hijo Ricardito fallecido en 1893.
(Foto El Comercio)

Víctima de una neumonía, el Comandante Ricardo M. Espiell, falleció en el hospital San Lázaro del Rímac el 8 de agosto de 1887 dejando honda tristeza en la sociedad que lo conoció, en sus amigos de la Bomba Lima y en su querido hogar dejando viuda a la dama María Barrionuevo y huérfano a su pequeño hijo Ricardito de tan solo ocho meses de edad y que le sobrevivió solo seis años después. Del  mismo "El Perú Ilustrado"  traemos lo siguiente:

“La casi repentina desaparición de tan estimable ciudadano, ha contristado profundamente á toda la sociedad de Lima, en la que Espiell contó siempre numerosos y verdaderos amigos, observando en todo tiempo una conducta verdaderamente  irreprochable y distinguiéndose por su consecuencia y lealtad, para con todos y por el amor casi fanático que profesaba á sus ancianos padres sirviéndoles de apoyo y de legítimo orgullo”.

Ricardo Melquiades Espiell Barrionuevo 1887 - 1893 
Hijo único del comandante Espiell.



Fuentes:
Biografía re adaptada tomada de "El Perú Ilustrado" edición Nº15 Sábado 20 de agosto de 1887, año I. Editor Peter Bacigalupi.
 Tauro del Pino, Alberto (2001): Enciclopedia Ilustrada del Perú.  Peisa, Lima.