La secretaría es
el pilar fundamental para el funcionamiento administrativo y
organizacional de la Bomba Lima, no solo por la gestión que en ella se
realiza sino, por ser gestora permanente y
guardiana de uno de los principales tesoros que tenemos: El Archivo Histórico Documentario que es consecuencia y resultado de la brillante labor de
todos los Tenientes Secretarios que asumieron el reto de conservar lo valioso de este legado, así como de emprender las directivas que a mas de cien años, hoy siguen vigentes y que desarrollan y facilitan una mejor gestión.
La Secretaría, que ahora se conoce como
“La Administración”, tiene un pasado digno que es muy importante
resaltar, con un inicio por demás
grandioso, ya que fueron tres personajes notables quienes tuvieron un papel
preponderante en ella.
En primer lugar tenemos entonces que su historia real y verdadera como tal, comienza en el año de 1871 habiendo sido elegido Teniente
Secretario en Junta general de ese año, uno
de los miembros mas ilustres y visionarios
que podamos haber tenido: Don Ricardo
Espiell.
A decir de los escritos de la época: “….
Al asumir la secretaría, el año 1871 el señor Ricardo Martín Espiell, organizó
por completo esta importante sección. Inició el “Libro de Partes” dando él las
instrucciones precisas a que debían
sujetarse los oficiales y clases encargados de anotar los hechos que sucedieran
en el cuartel y los actos de servicio a que
concurriese la compañía; abrió un libro para las actas de “Juntas
Directivas” – lo que el día de hoy se conoce como Actas de Reunión de
Cuadro – haciendo cesar los acuerdos
verbales de los jefes y oficiales y estableció por último el uso de “Libros
Copiadores”, de correspondencia (oficios recibidos), así como el de personal, dando lugar a estas iniciativas a que el
servicio de la secretaría fuera completo y satisfactorio….”[1]
Instrucciones del uso del libro redactadas por Ricardo Espiell que figuran
en la primera página del Libro de Partes N°1 de 1871
Para ese año, la compañía había atendido todas las necesidades
referentes a personal, cuartel y material, organizándolas por completo y en
forma tal, que satisfacía todas las exigencias del servicio. Pero la
secretaría, llave principal en toda institución, no había sido organizada en la
forma que se requería; sólo llevaba un libro de actas de juntas generales, en
el que en forma muy compendiada, se dejaba constancia del personal que se aceptaba y de la aprobación o rechazo
de los asuntos que se discutían.
Es entonces y sin lugar a dudas estas medidas emprendidas por Espiell, que quedaron acuñadas para siempre
en nuestro personal generación tras generación, no como una mera costumbre de escribir de todo,
sino, un estilo que nos identifica como una
gran institución que salvaguarda y sienta
en el papel con puño y letra de sus protagonistas, la historia del día a día
hasta hoy, cosa que las demás corporaciones bomberiles de nuestro país no
siguen.
Manuel J. Suarez
El segundo de ellos, un fiel seguidor del legado de Espiell: Don Manuel Jesús Suarez quien apenas instalado en el cargo de Secretario, emprendió la difícil tarea de recuperación del estado en que se encontraban los libros del archivo recopilando todo los documentos que estaban sueltos y ordenándolos cronológicamente. Por tan memorable trabajo fue condecorado con "Medalla de Oro" el 7 de Julio 1901.
Nuestro archivo histórico, es un tesoro documentario de gran valor, ya que el, corre a la par con los acontecimientos históricos de la Patria y conforme pasan los años, sigue enriqueciéndose cada vez mas en el ya legendario "Libro de Partes" donde se ha escrito con lujos de detalles datos de los sucesos e incendios acontecidos en la ciudad y hoy se continua escribiendo a diario, el transcurrir de nuestras actividades al servicio de la Patria y la Humanidad.
Importante recalcar es que en el "Libro Archivo de Documentos", se conservan manuscritos de altísimo valor y trascendencia, como por ejemplo de la época de la Guerra del Pacífico y cartas firmadas por ilustrísimos personajes de nuestra historia como el Presidente Manuel Pardo, el Dr. Casimiro Ulloa, Don Rufino Torrico, César Canevaro, el Héroe de la Breña Andrés A. Cáceres, entre otros.
El que podamos contar con todo ello hasta el día de hoy, es como ya dijimos, gracias al enorme trabajo de estos tres connotados personajes y es deber nuestro seguir su ejemplo y conservarlo para siempre y beneficio de las futuras generaciones de bomberos y porque no también, de la comunidad académica.
Otros notables
miembros que siguieron el ejemplo de sus tan ilustres
antecesores fueron indudablemente Don
Ricardo Cluzel y Don Abrahaam Fernández García, ambos herederos del legado de Ismael Romero; posteriormente ocuparon el puesto gente brillante como Don Washington
Ponce Echegaray, Don José Castillo Domínguez, Don Rolando Olazo Nicolini, Don
Carlos Santa Cruz, Don Juan Ausejo Roncagiolo,
nuestro querido y recordado Juan Costa Frinogca, Don José Mavila
Falla, Jorge Fox, entre otros.
Sin lugar a dudas
una de las mejores virtudes de todos y cada uno de ellos fue a parte de su don de
gestión, su perfección en la escritura de puño y letra y excelente caligrafía, don que todo secretario debe tener.
Hace poco y luego
de casi un siglo del gran trabajo de Ismael Romero, todo este legado
documentario recibió una nueva dosis de rejuvenecimiento y cuidado labor a cargo de un grupo notable de jóvenes miembros de nuestra compañía que a la cabeza del por aquel entonces, Capitan Pedro Linares y al Teniente Rafael Vivar en base a subvenciones y donativos económicos externos y de nosotros mismos, fue objeto de un re empaste, conservando
finalmente hoy, este gran material, al mismo estilo de los anteriores
salvaguardando su tan valioso contenido, para otros cien años mas seguramente.
Aunque
ello solo alcanzó para lo mas antiguo y urgente, el resto espera
pacientemente una nueva suscripción económica para su tan ansiado empastado y resguardo final en esta época en que los impresos en computadora y la desidia nuestra propiamente dicha, va desplazando poco a poco los escritos a puño y letra.
En la actualidad, todo el aservo documentario ha sido colocado en una sala destinada para tal fin y a la que se le ha denominada "Sala Espiell" como gran homenaje para este bombero que como ya se mencionó un verdadero visionario, entusiasta y de gran identificación para la compañía
Foja de Servicio del Personal de la Bomba Lima de 1868 a 1940
En Orden Alfabético.
En la actualidad, todo el aservo documentario ha sido colocado en una sala destinada para tal fin y a la que se le ha denominada "Sala Espiell" como gran homenaje para este bombero que como ya se mencionó un verdadero visionario, entusiasta y de gran identificación para la compañía
[1] Manuel J. Suárez e Ismael Romero “Apuntes Históricos de la compañía Nacional
de Bomberos “Lima” 1868 – 1918”” en Archivo
Histórico de la Bomba Lima, Libro de
Archivo de Documentos N° 60, Año 1936
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